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GAZA.. EL SILENCIO COMPLICE


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Sr. Walid Muaqqat

Embajador de Palestina en Perú



La Franja de Gaza rodeada por un muro de hormigón con una longitud de 65 kilómetros se ha convertido en la prisión al aire libre más grande del mundo con más de dos millones de palestinos encerrados, siendo lo más parecido a un campo de concentración. Israel mantiene un bloqueo ilegal por aire, mar y tierra desde hace quince años que limita el movimiento de las personas, el acceso a electricidad, agua, tratamiento médico y la asistencia humanitaria a la población palestina.

Estamos a vísperas de las próximas elecciones en Israel y como es de costumbre   y ha quedado evidenciado en cada agresión israelí a Gaza, la coalición gobernante necesita derramar sangre palestina para subir unos puntos electorales ¿Qué clase de sociedad premia con su voto al líder que sea más cruel, criminal e inhumano?

Israel ha bombardeado Gaza estos últimos tres días, dejando nuevamente cientos de civiles heridos y casi 50 muertos, entre ellos 14 niños. Los ataques desproporcionados e inhumanos de las fuerzas terroristas israelíes han causado en la última década la muerte de decenas de miles de palestinos en Gaza. No se puede dimensionar el desastre humanitario que vive la Franja de Gaza.


Nuevamente somos testigos de una nueva masacre y la doble vara. El mundo enloqueció y con razón cuando estalló la guerra entre Rusia y Ucrania, los medios de comunicación cubrieron las noticias día y noche, todos tomaron una posición sin ambigüedades frente al conflicto. Los países sin dubitar aplicaron de inmediato sanciones a Rusia. Autoridades de todos los niveles, empresas, artistas, hasta en el fútbol se manifestaron. En esto último algo nunca antes visto ya que la FIFA hasta ese momento “no permitía manifestaciones políticas”. 

No tendremos los ojos azules, el cabello rubio o la piel blanca pero se supone que todos debemos gozar de los mismos derechos. Pero no es así, no somos Ucrania, esto es Palestina, esto es la Franja de Gaza, este es un país árabe. Entonces sí, el silencio está permitido. El silencio y la inacción cobarde ante el genocidio, masacre y la opresión de un pueblo entero que es testigo del doble rasero. Para la comunidad internacional Palestina es sólo un nombre, nada más.


Al final del día, el problema no es la falta de conocimiento de la situación que vive el pueblo palestino o la falta de pruebas, sino la notable falta de voluntad de la comunidad internacional para actuar de acuerdo con sus propias reglas, las mismas que aplicaron para el caso de otros países basado en el respeto al Derecho Internacional y la imposición de responsabilidades.

En ausencia de esta voluntad, seguirá reinando la cultura de impunidad en Israel. Mientras tanto a los palestinos no nos queda otra que seguir resistiendo.