Miles de palestinos han desafiado el cierre israelí de la ciudad ocupada de Jerusalén, poniéndose en peligro al intentar llegar a la mezquita de Al-Aqsa.

Durante su estancia en el interior del tercer lugar más sagrado para los musulmanes, un reportero de Quds Press se reunió con varios palestinos que corrían peligro debido al asedio israelí impuesto a Jerusalén.

Las autoridades israelíes anunciaron medidas de flexibilización para los palestinos de Israel, Cisjordania y Gaza que quisieran visitar la mezquita de Al-Aqsa durante el mes sagrado del Ramadán; sin embargo, esto no fue cierto.

En su camino a Jerusalén, a miles de palestinos se les negó la entrada a través de los puestos de control y los cruces israelíes a la ciudad ocupada bajo falsos argumentos de seguridad, lo que les obligó a buscar rutas alternativas.

Uno de los palestinos de la Cisjordania ocupada dijo a Quds Press que él, junto con un grupo de jóvenes, escaló el Muro de Separación hacia la ciudad utilizando una cuerda para subir el muro de 9 metros de altura.

El joven palestino, que pidió el anonimato por razones de seguridad, dijo que perdió el control mientras descendía el muro, ya que la cuerda se le enroscó en la mano, causándole graves heridas.

Dijo que recibió tratamiento en una de las clínicas de campaña dentro de la mezquita de Al-Aqsa.

Según Quds Press, el joven dijo que no se arrepentía de haber escalado el muro y haberse herido para llegar a la mezquita de Al-Aqsa y realizar allí la oración del viernes.